La última 'chapuza' del nuevo Camp Nou: Laporta no pagará el peaje y hay un gran problema

Las reformas del estadio azulgrana están saliendo mucho peor de lo esperado


La reforma del Camp Nou no le está saliendo bien a Joan Laporta

La reforma del Camp Nou no le está saliendo bien a Joan Laporta




Mientras que, en el Real Madrid, las cosas van viento en popa a toda vela, como el poema de Espronceda, en el Barcelona no ganan para disgustos. A la deficiente temporada deportiva de los de Xavi Hernández, se acumulan grandes problemas financieros que ahogan, económicamente hablando, al Barça.

Uno de los grandes saltos cualitativos y cuantitativos del Madrid durante los próximos años pasa por la reforma del Santiago Bernabéu, que estará terminada en los próximos meses. Algo que ha plagiado el Barcelona, que ahora juega en Montjuic los partidos como local mientras el Camp Nou anda manga por hombro.

La reforma del Camp Nou es uno de los principales motivos de ilusión de la afición azulgrana. La decisión de la junta directiva de Joan Laporta de actualizar el estadio culé no está saliendo tan bien como esperaban, ya que el proyecto presentado inicialmente ha sufrido cambios muy notorios según han ido avanzando los trabajos.

La reconstrucción del coliseo del Barça sigue dando más problemas: uno de los más conocidos es el videomarcador. “El plan inicial era que el estadio del Barcelona tuviera un marcador de 360 grados, como el del Bernabéu, pero luego dijeron que no es rentable y que despista a los aficionados. Eso para mí es un error y con el Bernabéu ha quedado demostrado. Un marcador 360 le añade a un estadio un aura especial”, concluye un arquitecto que prefiere permanecer anónimo.


Ese mismo profesional señala que “a Laporta le ha faltado visión comercial”: el presidente del FC Barcelona, además de rechazar el proyecto del videomarcador 360º, tampoco planteó el nuevo proyecto de forma que permitiera sostener una cubierta retráctil similar a la del Santiago Bernabéu. En su lugar, la cubierta se cerrará sobre todos los graderíos, reformados, pero “el Barça se equivoca renunciando a la opción de cubrir totalmente el estadio”.

No como se esperaba

Tampoco será el mejor estadio del mundo de puertas para adentro, porque el proyecto original “contemplaba derribar la primera grada y construir otra totalmente nueva, con más pendiente y menos capacidad”. Esa podría parecer una decisión inteligente para acomodar todos los cambios deseados, pero “Laporta no quiso pagar ese peaje y el estadio tendrá muchos asientos con mala visibilidad” porque “se trataba de sacrificar 12.500 asientos”.

Si bien es cierto que contar con más asientos es “a priori beneficioso económicamente”, el arquitecto concluye que “no sé hasta qué punto le sacarán tanta rentabilidad, es difícil meter más de 100.000 espectadores cada partido”. Con todo, las reformas del Camp Nou siguen adelante tomando como referencia lo realizado por el Real Madrid en el nuevo Santiago Bernabéu… pero sin acercarse a lo proyectado por la junta directiva de Florentino Pérez.